¿Por qué el agua filtrada sabe mejor? La ciencia detrás del buen sabor

Aunque el agua potable en España es segura según los estándares sanitarios, eso no significa que sea neutra en sabor. De hecho, muchas personas dejan de beber agua del grifo simplemente porque no les gusta cómo sabe.

En Aquaessence, trabajamos cada día para cambiar eso. Gracias a tecnologías como la ósmosis inversa, los filtros de carbón activado, los descalcificadores o las máquinas de ozono, conseguimos que el agua filtrada de tu hogar no solo sea más segura, sino también mucho más agradable de beber.

Aquí te explicamos, con base científica, por qué algunos sistemas de tratamiento hacen que el agua sepa mejor y cómo puedes lograrlo en casa.

¿Qué le da mal sabor al agua del grifo?

El agua pura, por sí sola, no tiene sabor ni olor. Sin embargo, en su recorrido desde la fuente hasta tu cocina, puede arrastrar pequeñas cantidades de compuestos que alteran sus propiedades organolépticas.

Estos son los más comunes:

• Cloro: usado para desinfectar, pero deja un regusto químico parecido a la lejía.
• Metales (como hierro o cobre): aportan un sabor metálico si se disuelven desde las tuberías.
• “Cal” (calcio y magnesio): en exceso, dan un sabor fuerte, seco o amargo.
• Sustancias orgánicas (como geosmina): pueden generar sabores terrosos o a moho.
• Microimpurezas: aunque no peligrosas, alteran el equilibrio natural del agua.

Y aunque estén dentro de los límites legales, afectan al sabor de forma evidente. Afortunadamente, la tecnología permite eliminarlos.

La ósmosis inversa: pureza y sabor neutro

La ósmosis inversa (OI) es uno de los sistemas más eficaces para purificar agua potable a nivel doméstico. Consiste en hacer pasar el agua por una membrana semipermeable que retiene hasta el 98 % de las sustancias disueltas, incluyendo metales pesados, cloro, nitratos, virus, bacterias y micropartículas.

Según la Environmental Protection Agency (EPA), este proceso elimina:

• hasta el 99 % del plomo y arsénico,
• el 97–98 % del cloro y cloraminas,
• y más del 95 % de los sólidos disueltos totales (TDS) (EPA, Home Water Treatment Systems, 2023).

El resultado que se obtiene es un agua ligera, limpia y sin sabor químico. Ideal para beber directamente o preparar café, infusiones o alimentos sin interferencias en el sabor.

Además, muchos sistemas de ósmosis inversa de Aquaessence incluyen un postfiltro remineralizador que ajusta el pH y restituye trazas de calcio y magnesio, logrando el equilibrio perfecto entre pureza técnica y sabor natural. Esto evita que el agua se perciba como «plana” al gusto, algo común en aguas totalmente desmineralizadas.

Fuentes de agua filtrada: hidratación cómoda, fresca y sin residuos

Si buscas una forma práctica para disfrutar de agua de calidad durante todo el día, las fuentes de agua filtrada son la solución ideal. Estos sistemas, conectados directamente a la red, utilizan tecnologías de filtración avanzada que eliminan los principales compuestos que alteran el sabor, la seguridad y la sostenibilidad del agua:

• Cloro y cloraminas: responsables del clásico olor a “piscina”.
• Partículas en suspensión y sedimentos: que pueden dar turbidez o sabor terroso.
• Microplásticos o residuos orgánicos: presentes en aguas de red con trayectos largos.
• Sabor residual de tuberías metálicas o depósitos antiguos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la NSF International reconocen que los sistemas con filtración por carbón activado y etapas múltiples pueden mejorar notablemente la calidad sensorial del agua, haciéndola más apetecible y aumentando su consumo diario para ofrecer un agua más fresca, sin olor a piscina y con sabor neutro, desde el primer vaso.

En Aquaessence, nuestras fuentes integran filtración avanzada, control de temperatura y diseño ergonómico, para que disfrutes de un agua pura, fresca y sin necesidad de botellas de plástico. Disponibles con agua fría, caliente o a temperatura ambiente, son perfectas para oficinas, gimnasios, espacios públicos o uso doméstico intensivo.

Descalcificadores: suavidad que se nota

En regiones como Zaragoza y el valle del Ebro, el agua suele ser muy dura, lo que afecta al sabor y al confort en el uso doméstico. El exceso de calcio y magnesio no es perjudicial para la salud, pero sí deja un regusto seco, mineral o amargo, y puede interferir con la disolución de jabones o productos alimentarios.

Los descalcificadores de Aquaessence eliminan la dureza mediante intercambio iónico, reteniendo iones de calcio y magnesio y liberando en su lugar sodio o potasio. El resultado: un agua más suave, agradable al gusto y sin residuos minerales en grifos, vasos o vajillas.

Además, al reducir la dureza:

• mejora la cocción de alimentos,
• evita la precipitación de sales en infusiones,
• y prolonga la vida útil de electrodomésticos.

Varios estudios han demostrado que los usuarios perciben una mejora clara en el sabor del agua ablandada, especialmente cuando la dureza inicial es alta (International Journal of Environmental Research and Public Health, 2020).

Ozono: sabor limpio, sin químicos

La ozonización del agua es una técnica natural de oxidación avanzada que elimina tanto contaminantes microbiológicos como químicos. El ozono (O₃) actúa oxidando:

• geosmina y 2-metilisoborneol (2-MIB), causantes de sabor terroso o mohoso,
• sulfuro de hidrógeno, responsable del olor a “huevo podrido”,
• hierro y manganeso, que dan sabor metálico,
• y residuos orgánicos difíciles de eliminar por otros medios.

Según el estudio de R. Langlais et al. (Ozone in Water Treatment, AWWA, 1991), el ozono puede:

• eliminar más del 90 % de compuestos de olor y sabor en concentraciones traza,
• y hacerlo sin dejar subproductos químicos ni alterar el pH del agua.

Después del tratamiento con ozono, el agua recupera su sabor fresco y limpio, sin dejar rastro químico. A diferencia del cloro, el ozono no deja residuos: se descompone rápidamente en oxígeno, enriqueciendo el agua con O₂ disuelto (WHO, Ozone in Drinking Water, 2016).

Desde nuestra empresa, esta tecnología en fuentes, sistemas de cocina y depósitos, especialmente útil en hogares con pozos, aljibes o aguas con olor estancado. El resultado: un agua más clara, más cristalina, con un sabor neutro que invita a beber más.

Diversas entidades como la Organización Mundial de la Salud y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) incluyen el sabor y el olor del agua dentro de los criterios de aceptabilidad. Porque si el agua no sabe bien, la gente deja de beberla, aunque sea segura.

En Aquaessence, creemos que el agua debe ser un placer diario: cristalina, fresca, sin olores ni sabores químicos. Por eso, diseñamos soluciones personalizadas para cada hogar, combinando tecnología, sostenibilidad y bienestar.

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